El consumo ligero o moderado de alcohol podría reducir las probabilidades de padecer demencia, según demuestra un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Soochow en China.
Los especialistas analizaron los datos de cerca de 300.000 personas registradas en UK Biobank —una base de datos con información de salud de ciudadanos británicos— y llegaron a la conclusión de que beber dos o tres vasos pequeños de bebida alcohólica al día reduce el riesgo de padecer la enfermedad hasta en un 35 %, en comparación con la abstinencia total.
De acuerdo con sus hallazgos, no tiene importancia si el alcohol es consumido solo o con las comidas, así como su tipo. "Este estudio confirmó el efecto protector del consumo bajo o moderado de alcohol en la población y brindó información para mejorar las directrices de salud pública relacionadas con el alcohol para la prevención de la demencia", aseguraron los investigadores.
"El consumo de alcohol en cantidades bajas o moderadas podría considerarse como una parte potencial de los planes de prevención de la demencia en aquellas personas que no padecen enfermedad hepática o riesgo de dependencia del alcohol", agregaron.
Estudio contradictorio
No obstante, desde la Universidad de Oxford (Reino Unido) sostienen que cualquier cantidad de alcohol que se consuma podría incrementar el riesgo de desarrollar demencia, desafiando la creencia de que el consumo moderado tiene efectos protectores contra esta enfermedad neurodegenerativa.
Los investigadores explicaron que un aumento de dos veces en el riesgo de adicción al alcohol predicho genéticamente en una persona se asoció con un aumento del 16% en el riesgo de demencia. Además, un aumento de tres veces en el número de bebidas alcohólicas consumidas por semana elevó la posibilidad de sufrir esta enfermedad en un 15 %.
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