El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este martes que su país ha rodeado "completamente" a Venezuela por vía marítima y aseguró que no se retirará de allí hasta tanto el país suramericano no devuelva activos que, según él, le habría "robado" a Washington, aunque no ofreció ningún respaldo que soporte la última afirmación, que se produce en el contexto de lo que Caracas ha denunciado como una "agresión" contra su soberanía y un intento de expolio de sus recursos naturales.
"Venezuela está completamente rodeada por la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica. Esto solo crecerá, y la conmoción para ellos será como nunca antes la han visto, hasta que devuelvan a EE.UU. todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron previamente", escribió el mandatario en Truth Social.
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) December 16, 2025
Del mismo modo, Trump cargó contra el Gobierno venezolano, al que tachó de "régimen ilegítimo" y acusó sin pruebas de usar "el petróleo de […] yacimientos robados para financiar el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro", sobre la base de lo cual decretó una prohibición dirigida evitar que cualquier buque transporte crudo venezolano.
"Organización terrorista extranjera"
"Por el robo de nuestros activos, y por muchas otras razones, incluyendo el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, el régimen venezolano ha sido designado como una organización terrorista extranjera. Por lo tanto, hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela", se lee en el texto.
A modo de cierre, el dignatario estadounidense insistió en otros señalamientos infundamentados, como que Caracas envió "inmigrantes ilegales y criminales" a EE.UU., al tiempo que afirmó que la Casa Blanca "no permitirá que criminales, terroristas ni otros países roben, amenacen o dañen" a su país, ni que "un 'régimen hostil' se apodere" de un petróleo que reclama como suyo, pese a que está localizado en territorio venezolano.
"No nos vamos a rendir"
Esta misma jornada, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reiteró que, pese a la prolongada agresión estadounidense, su país derrotará "a la oligarquía y al imperialismo en cualquier circunstancia".
"Venezuela tiene 25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión multidimensional que va desde el terrorismo psicológico hasta la piratería de los corsarios que asaltaron el petróleo y que tiene múltiples formas de acción. Venezuela, ¿que ha demostrado? […]. Que Venezuela es un país fuerte, que tiene un poder verdadero. Y hemos demostrado que estamos preparados para seguir nuestra marcha. Y, es más: que estamos preparados para acelerar la marcha de una revolución profunda que le dé el poder al pueblo, completa y definitivamente", aseveró en una alocución.
Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ratificó el pasado viernes que su país no renunciará en ninguna circunstancia a la defensa de su soberanía.
"El Gobierno de EE.UU. debe saber que nosotros no nos vamos a rendir. Es un imposible histórico para nosotros rendirnos, después de las lecciones de historia que tenemos, que nos han dado nuestros libertadores y libertadoras", advirtió el alto funcionario en un discurso televisado.
Entretanto, la ciudadanía se ha volcado sistemáticamente a las calles a manifestar su apoyo a las autoridades y en rechazo a la política de acoso estadounidense, que podría incluir el uso de la fuerza. En la víspera se añadió el repudio al "robo" de un tanquero que transportaba petróleo venezolano en el mar Caribe, acción que fue denunciada por Caracas esta misma jornada ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, desde agosto pasado, las autoridades bolivarianas han organizado jornadas de alistamiento y entrenamiento de milicianos, así como diversos ejercicios defensivos en los que participan tanto civiles como militares.
La agresión de EE.UU. en el Caribe, en síntesis
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, a estos efectos, en breve lanzará agresiones "en tierra".
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Asalto a buque petrolero: en una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron y tomaron un buque petrolero en costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería internacional". El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachó la situación de "acto absolutamente criminal e ilegal" y acusó a la Casa Blanca de actuar "como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz".
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado al mandatario venezolano, sin presentar evidencias, de liderar un cártel del narcotráfico y duplicó la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasíferas de Venezuela. "Se les cayó la máscara, el narcotráfico es 'fake news': es el petróleo, que se lo quieren robar", expresó tras el asalto al tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA han declarado que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más de 80 % de las drogas utilizan la vía del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.

